31 Jul
31Jul

Queridos hermanos en nuestro Señor Jesucristo, en la vida presente es difícil  agradar a todas las personas o estar en su buen ánimo, porque sencillamente el hombre cambia con mucha facilidad, porque cada uno tiene expectativas diferentes, en consecuencia, a quien debemos amar y servir es a Dios nuestro Señor, quien ha de juzgar a vivos y muertos, quien es inmutable, de quien hemos de esperar todo nuestro bien. 

Lo que pide el Autor de nuestra vida, es que guardemos sus mandamientos, cumplamos nuestras obligaciones de estado, fructifiquemos los dones y talentos que hemos recibido para nuestro bien eterno y temporal, en lo cual, se resume la realización de nuestra vida, el desarrollo óptimo de nuestra capacidad, la satisfacción de tener una vida plena, conforme a nuestras características individuales. 

"Los que hoy son contigo, mañana te pueden contradecir, y al contrario; porque muchas veces se vuelven como el viento. Pon en Dios toda tu esperanza, y sea El tu temor y tu amor. Él responderá por ti y lo hará bien, como mejor convenga." Imitación de Cristo, II, I, 3. 

La caridad nos llama a buscar el bien temporal y eterno de nuestro prójimo, pero no a convertirnos en esclavo de los respetos humanos, con cierta facilidad se abusa de la caridad, se explota a las personas de sentimientos nobles, se domina con cierta apariencia de humildad a los bien intencionados con el título de piedad cristiana.

"Amar significa buscar el bien de aquellos a quienes amamos. El hombre debe, entonces, buscar primero el bien de Dios y después el bien del hombre. El bien de Dios es que su nombre sea bendecido y glorificado en los hechos por el cumplimiento de su ley. El bien del hombre es que le sean reconocidos todos los derechos que buscan al logro de su bienestar eterno y temporal. Si es así, faltaría al mandamiento del Amor aquel padre que no reprimiera a su hijo que viola los derechos de Dios o los derechos de su Madre. No cumpliría con la caridad el padre que no castiga, si es necesario, al hijo que no respeta a su madre o que maltrata a sus hermanos. No cumple con la caridad el gobernante que no cuida los intereses de la patria o que no previene y castiga los atropellos de los malos ciudadanos. Caridad no es sentimentalismo que consiente todos los errores y atropellos de los demás. Caridad es procurar eficazmente el bien real (eterno y temporal) de los demás y odiar en todo momento el mal." Padre Julio Meivielle, El judío en el misterio de la historia, página 132. 

Roguemos a la augusta Madre de Dios, se digne bendecirnos y alcanzarnos las gracias necesarias para realizarnos en la presente vida, para acrecentar los dones y talentos que hemos recibido, para alcanzar la eterna bienaventuranza. 


Dios te bendiga.



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