Pensamientos

Hemos nacido para vivir eternamente en el cielo, la presente vida es solo un paso a la eternidad, por lo cual debemos precavernos del verdadero peligro que es el pecado mortal.

El conjunto de obras ordinarias en estado de gracia, ofrecidas a Dios nuestro Señor, son el fundamento de la vida espiritual.

Buscar al Dios de los consuelos, no los consuelos de Dios.

Debemos tomar nuestra cruz de cada día, cargarla con alegría en pos de nuestro Señor Jesucristo.

"Yo soy la vid, vosotros los sarmientos, el que está en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto: porque sin mi no podéis hacer nada." San Juan XV, V.

El hombre no puede salir de la siguiente alternativa: o se somete a Dios o queda sometido al diablo.

"Si el Señor no edificare la casa, en vano trabajaron los que la edifican. Si el Señor no guarda la ciudad, inútilmente vela el que la guarda."

"Todos los hombres, que vienen al mundo con pecado original, están sujetos a la ley de la muerte (de fe; Dz 789)"

"¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?" Corintios III, 16.

"Sano o enfermo, rico o pobre, sabio o ignorante, honrado o despreciado, con este o con aquel genio, con muchos o pocos dotes, aptitudes y talentos, puedo alabar, hacer reverencia y servir a Dios."

Porque la carne codicia contra el espíritu: y ese espíritu contra la carne: porque estas dos cosas son contrarias entre sí: para que no hagáis todas las cosas que queréis...

A pesar de los desaciertos, errores y fracasos que hallamos cometido, siempre hay una esperanza de alcanzar nuestra salvación eterna.