15 May
15May

Queridos hermanos en nuestro Señor Jesucristo, debemos pedir a Dios la fortaleza en la fe, creer en las verdades reveladas por Dios y propuestas por la Iglesia para ser creidas como dogmas de fe, las cuales se encuentran resumidas en el Credo, solo una fe robusta puede salir avante de los ataques del mundo, del demonio y de la carne. "Y así sin fe es imposible agradar a Dios. Pues es necesario que el que se llega a Dios crea que hay Dios, y que es remunerador de los que le buscan." Hebreos XI, 6. 

En la parte humana de los hombres de Iglesia, hay escándalos, errores, desaciertos, por esto nuestra fe debe estar puesta en Dios, no en los hombres que somos falibles, "Creo en un solo Dios, Padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra". Credo.   

Debemos estudiar la doctrina inmutable de la Iglesia Católica, conocer la fe, y pedir a Dios nuestro Señor el don de la fe, porque es lo que le da sentido a nuestra existencia, es el motor de nuestra vida, la fortaleza en la debilidad. "El que creyere, y fuere bautizado, será salvo, mas el que no creyere, será condenado." San Marcos XVI, 16.

De la fe se desprende la razón de nuestra estadía en la tierra, el sentido de vivir, la esperanza en la bienaventuranza eterna después de la muerte en la vida presente, la eficacia de los Sacramentos, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, en síntesis, la cosmovisión cristiana de la vida. 

Roguemos a la augusta Madre de Dios, nos alcance una fe firme, nos sostenga en los días aciagos, nos dé la perseverancia final. 

"María es madre de los pecadores que quieren arrepentirse, y como madre no puede dejar de compadecerse de ellos; de suerte que parece siente como propios los males de sus hijos." San Alfonso María de Ligorio, 'Las glorias de María', capítulo 1, § 4º.


Dios te bendiga. 



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