25 May
25May

Queridos hermanos en nuestro Señor Jesucristo, debemos aprovechar las adversidades para fortalecernos, las contradicciones y los periodos complejos para unirnos más a nuestro Divino Redentor, de tal manera, que lejos de arredrarnos o perder vigor en los caminos accidentados, saquemos ganancia para nuestra vida espiritual, purificando nuestras intenciones, conociendo las limitaciones y lo cambiante de la naturaleza humana.

"Bueno es que algunas veces nos sucedan cosas adversas y vengan contradicciones, porque suele traer al hombre a sí mismo, para que se conozca desterrado, y no ponga su esperanza en cosa alguna del mundo." Imitación de Cristo I, XII, 1.

En tiempo de bonanza es difícil probar la virtud, el avance de un alma, lo cual se prueba en la adversidad, en los momentos críticos, en las noches oscuras, tal como le aconteció a nuestro Señor, que en la multiplicación de los panes era alabado por la multitud, a diferencia de los momentos de su flagelación y crucifixión donde pocos lo acompañaron.

Es la tribulación la que nos permite saber de qué estamos hechos, es la adversidad donde se mide la confianza en la Providencia, es donde se da testimonio de la fe, por lo cual, los santos han dado su testimonio de amor a la Iglesia y a Dios en el patíbulo de la cruz, y algunos en el martirio.

"Bueno es que padezcamos a veces contradicciones, y que sientan de nosotros mal e imperfectamente, aunque hagamos bien y tengamos buena intención. Estas cosas de ordinario nos ayudan a ser humildes, y nos apartan de la vana gloria." Imitación de Cristo I, XII, 1.

Los verdaderos amigos se conocen en la enfermedad, en la cárcel, en la pobreza, en la desolación; y por eso Dios lo permite, para que lejos de enojarnos con nuestros hermanos, nos unamos más a nuestro Señor, y aprendamos a confiar en la Providencia, purificando nuestras intenciones.

Y así, el santo Job, conoció a sus amigos en la prueba, y el mismo fue probado por permisión divina en la pobreza, en la enfermedad, y en la soledad, saliendo de ella con mayor virtud, unión a Dios, y con un conocimiento mayor de las flaquezas de la naturaleza humana. 

"Todos los santos por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron y aprovecharon." Imitación de Cristo I, XIII, 2.

Algunas almas que se precian de su amor a Dios nuestro Señor, en el día de su prueba o tribulación, salen resentidos con el mismo Dios, quedando fehaciente que algunas personas buscan a Dios únicamente por los beneficios que reciben, y son incapaces de soportar la cruz de la abnegación cristiana, de la inmolación en el patíbulo de la cruz.  

Por esto la tribulación nos permite abrir los ojos, conocer a las personas que nos rodean, purificar nuestras intenciones, aquilatar nuestra fe, robustecer nuestra virtud, purificar nuestro proceder. 

Roguemos a la augusta Madre de Dios, que nos permita salir fortalecidos en la adversidad, que nuestra vida espiritual se robustezca en la tribulación, y que nos cubra su manto maternal hasta llegar a la bienaventuranza eterna. 


Dios te bendiga.



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